Metafísica contra cocina
La comida suculenta exorciza los demonios de la metafísica abstracta. Una mesa bien puesta, con platillos aromáticos y sabrosamente compuestos, neutraliza las tinieblas de los sufrimientos interiores. La literatura picaresca está pringada con descripciones apetitosas. Por el contrario, el tremendismo, la cnocturnidad, las tormentas espirituales de tanta novela del siglo XX rehuyen una cocina sana y simpática. En cuanto el cocinero entra en escena salen despavoridos los genios oscuros de la literaria. Encendido el fogón para el mole, penetra la sensatez en las páginas. Termina el imperio de la metafísica y comienza el de la tierra.
H. Zagal: Gula y cultura, Los libros de Homero.
3 comentarios:
...y es de los intelectuales católicos de renombre en México. ¡Que Dios nos agarre confesados!
Es por todos sabido que dos miembros de este blog obtienen el pan de cada día directa o indirectamente del buen Zagalo; mas ese no es motivo para que no se divulge la verdad.
Salud!
Mirá amigo, que currar es currar: y a la perdíz, perdíz.
Que Dios los agarre con la barriga llena. Chesterton y Tomás de Aquino tenían muy buen diente. ¿Qué diremos del amigo Zagal?
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