¡Ay! ¿Cómo colmar este abismo de la vida? ¿Qué puedo hacer? El deseo siempre está presente, más fuerte, más angustioso que nunca. Es como un incendio marino que con su llama llega a alcanzar lo más negro y profundo de la nada universal.
¡Es un deseo de abrazar las infinitas posibilidades!
¡Ay señores! ¿Qué es lo que hacemos aquí? ¿Qué es lo que podemos ganar?
5 comentarios:
¿La "más"?
Supongo que sí, Dawid. Al menos el viejo Schmitt pensaba así.
Vaya, pues.
¡Qué duro! Sobre todo por eso del "mal gusto".
Se necesita tener una fisonomía así, de viejo grave, para poder decir lo que dice, creo.
Un besiñe y visita mi bló, ¡que lo acabo de resucitar!
Ele
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