El Estado licántropo (o de la violencia soberana)
"Contrariamente a todo lo que los modernos estamos habituados a representarnos como espacio de la política en términos de derechos del ciudadano, de libre voluntad y de contrato social, sólo la nuda vida es auténticamente política desde el punto de vista de la soberanía.
La violencia soberana no se funda, en verdad, sobre un pacto, sino sobre la inclusión exclusiva de la nuda vida en el Estado. Y, como el referente primero e inmediato del poder soberano es, en este sentido, esa vida a la que puede darse muerte pero que es insacrificable, vida que tiene su paradigma en el homo sacer, así, en la persona del soberano, el licántropo, el hombre lobo para el hombre, habita establemente en la ciudad."
Giorgio Agamben. Homo Sacer I.
3 comentarios:
Con "insacrificable" ¿se refiere a que hay un beneficio que puede obtenerse de su muerte? y si no es sacrificable, de todas maneras, ¿no se escapa de la muerte?
Insacrificable significa que no puede ser ofrendado a los dioses: no es una vida útil para el sacrificio.
Puede ser muerto por cualquiera porque ha sido expulsado de la comunidad y de las leyes que en ella lo amparaban. Cualquiera puede darle muerte sin cometer delito alguno, pero su muerte no se puede ofrecer a los dioses.
Así, el hombre sagrado es aquel que ha sido abandonado por la leyes humanas y divinas, pero que, precisamente por esa exclusión, queda incluido en los dos ordenamientos indirectamente. Este es el sentido de las expresiones "exclusión-inclusiva" o "inclusión-exclusiva".
El "homo sacer" u hombre sagrado, mitad humano y mitad animal, es el licántropo.
Y el hombre que trata al hombre como un animal, se convierte él mismo en uno. De suerte que, cuando el titular del poder soberano crea la nuda vida (la vida del hombre sagrado), al excluir al hombre incluyéndolo ("sacratio"), sin darse cuenta, corre su misma suerte: "homo homini lupus".
De ahí la connotación negativa del concepto de lo sagrado...
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