El claroscuro de la fe.
Debemos tener confianza cuando la vida nos resulta difícil y aparentemente sin salida. También estas tinieblas nuestras pueden ser incorporadas a la gran oscuridad de la redención a través de la que brilla la luz de la Pascua. Y si alguna vez nos parece demasido duro lo que se nos pide, si los dolores son insoportables y el destino que se nos exige nos parece verdaderamente absurdo, precisamente entonces estamos muy cerca del Hombre clavado en el calvario, porque justamente esto lo pasó él antes por nosotros con una intensidad inimaginable. No podemos exigir entonces que en lo que se nos presenta como absurdo se nos dé un sentido que nos trnquilice; sólo podemos permanecer hasta el final silenciosos, como el crucificado, sin ver nada, frente al oscuro abismo de la muerte. Detrás de ese abismo nos espera algo que ahora no podemos ver, y probablemente tampoco considerar verdadero: un abismo distinto de luz, en el que todo el sufrimiento del mundo queda albergado en el corazón siempre abierto de Dios. Entonces se nos permitirá meter, con el apostol Tomás, nuestra mano en esta herida abierta -la herida en la que físicamente palpamos que el amor de Dios desborda todo sentido humano- para decirle rezando, al igual que el discípulo: "Señor mío y Dios mío.
HansUrs Von Balthasar. Tú Coronas el Año con Tu Gracia, p. 77.
6 comentarios:
Und in frostiger Nacht...
Christus beherrschen.
...zanken Orkane sich nur.
Sola caritas.
"En cualquier papel se gana, que toda la vida humana, representaciones es".
No en broma se dice que la fea sea un claroscuro. Pregúntenle si no al P. Ricardo Sada. O a su par, S. Juan de la Cruz. O al mismo Balthasar: habla de lo que sabe por experiencia propia, no desde eruditas lecturas académicas.
Con todo, hay que representar la comedia (tragicomedia) de la existencia humana, en éste, el gran teatro del mundo.
Que el expectador ya hablará al caer el telón.
Me gusto..;)Felicidades!
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