viernes, enero 26

Otra vez Borges


Para todos aquellos que sufren el tamaño problema del insomnio:


Dos Formas de Insomnio.


¿Qué es el insomnio?
La pregunta es retórica; sé demasiado bien la respuesta.
Es temer contar en la alta noche la duras
campanadas fatales, es ensayar con magia
inútil la respiración regular, es la carga
de un cuerpo que bruscamente cambia
de lado, es apretar los parpados, es un estado
parecido a la fiebre y que ciertamente no
es la vigilia, es pronunciar fragmentos de
párrafos leídos hace ya muchos años, es
saberse culpable de velar cuando los otros
duermen, es querer hundirse en el sueño
y no poder hundirse en el sueño, es el horror
de ser y de seguir siendo, es el alba dudosa.


¿Qué es la longevidad?
Es el horror de ser en un cuerpo hunano
cuyas facultades declinan, es un insomnio
que se mide por décadas y no con agujas
de acero, es el peso de bibliotecas y dinastías,
de las auroras que vio Adán, es no ignorar
que estoy condenado a mi carne, a mi detestada
voz, a mi nombre, a una rutina de recuerdos,
al castellano, que no sé manejar, a la nostalgia del
latín, que no sé, a querer hundirme en la muerte
y no poder hundirme en la muerte, a ser y seguir
siendo.

lunes, enero 22

Borges y Descartes.

Como digno regreso a este espacio cultural, y en vista de que nadie entendió -sólo Gino- o a nadie le interesó -a mi sí- el texto de Samuel Taylor Coleridge, presento un poema de Jorge Luis Borges, recogido en un libro titulado La cifra.




Descartes.

Soy el único hombre en la tierra y acaso no
haya tierra ni hombre.
Acaso un dios me engaña.
Acaso un dios me ha condenado al tiempo, esa larga ilusión.
Sueño la luna y sueño mis ojos que perciben la luna.
He soñado la tarde y la mañana del primer día.
He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron Cartago.
He soñado a Lucano.
He soñado la colina del Gólgota y las cruces de Roma.
He soñado la geometría.
He soñado el punto, la línea el plano y el volumen.
He soñado el amarrilo, el azul y el rojo.
He soñado mi enfermiza niñez.
He soñado los mapas y los reinos y aquel duelo en el alba.
He soñado el inconcebible dolor.
He soñado mi espada.
He soñado a Elizabeth de Bohemia.
He soñado la duda y la certidumbre.
He soñado el día de ayer.
Quizá no tuve ayer, quizá no he nacido.
Acaso sueño haber soñado.
Siento un poco de frío un poco de miedo.
Sobre el Danubio está la noche.
Seguiré soñando a Descartes y a la fe de sus padres.