La Zarza Ardiente (Sigrid Undset)
Sorprende que la obra de Sigrid Undset, una de las pocas literatas católicas que, junto con Jean Francois Mouriac, ha ganado el premio Novel de literatura por novelas de inspiración religiosa, no sea muy conocida en los países hispano hablantes.
La exactitud y la fuerza descriptiva de la vida y paisajes medievales, mezclada con la aguda profundización en la psicología humana, especialmente de la psique femenina, hacen de la obra de esta autora noruega una de las más importantes de los países escandinavos, y una referencia necesaria para los intelectuales católicos.
En la línea de la primacía de la gracia, como Bernanos, Claudel y Pèguy, Sigrid Undset plasma en su impresionante novela, La Zarza Ardiente, la conversión al catolicismo del burgués Paul Selmer, comerciante noruego proveniente de una familia y una cultura de raigambre protestante.
Lo impactante de la novela no es tanto la conversión de Paul Selmer – pues ésta se gesta en el pasado, con motivo del contacto con una familia católica, y la novela no la explicita, sólo la deja entrever –, como la asunción de la esencia del cristianismo por parte de éste en su intrincada vida cotidiana.
Cuando el personaje principal de La Zarza Ardiente piensa que su existencia ya se ha estancado en un estado de “seguridad” y que nada nuevo lo podría cimbrar, decide dar el paso que llevaba barruntando hacía tiempo: ingresar en la Iglesia Católica. De aquí arrancan una serie de fuertes incomprensiones, empezando por su esposa, derivadas de su irrevocable decisión, que van revelándole la auténtica esencia del cristianismo, hasta el punto de entender que éste más que un esfuerzo indecible por vivir una serie de preceptos éticos y por tomar actitudes predeterminadas en las situaciones adversas, es el encuentro con la persona de Cristo y la concomitante aceptación de la propia debilidad. La autenticidad de esta aceptación se resuelve en la entrega a la gracia del Crucificado. Así, en la máxima incomprensión y abandono, Paul Selmer no se encuentra solo, pues ha comprendido que antes que él, Otro, en un acto magnánimo de caridad hacia los hombres, ya ha asumido vicariamente la más terrible soledad - la muerte- en el Calvario.
Más sobria en sus descripciones que Cristina, Hija de Lavrans, imponente obra que le mereció la máxima presea literaria en 1928, La Zarza Ardiente de Sigrid Unset muestra con un profunda maestría cómo el cristianismo católico es la única cosmovisión que absuelve al hombre de una concepción nihilista y desesperanzada de la vida, visión típica de muchos de los grandes autores literarios del siglo XX.
2 comentarios:
"Cristina" es una novela estupenda, a la que llegué vía "Die ewige Frau", de Gertrud von Le Fort, otra autora estupenda que rastrea todo el tiempo la inquietud religiosa.
Darán pronto en Oldenburg la ópera "Diálogo de carmelitas", basada en la novela homónima de Bernanos, quien a su vez se inspiró en von Le Fort. Von Le Fort es a los países alemanes lo que María Isidra de Guzmán y de la Cerda a nuestros países hispanohablantes.
Saludos.
De Gertrud Von Le fort he leído dos novelas: "El velo de la Verónica" y "La Corona de los Ángeles". De hecho, tú me las recomendaste.
Sólo he leído la versión de Bernanos de "Diálogo de Carmelitas", y me gustó sobremanera. He tratado de comprar la versión de Le Fort, pero no la encuentro por ningún lado.
Otro autor alemán que me gusta mucho es Reinhold Schneider. A él llegué por una libro biográfico que le dedica Balthasar. El problema es que la mayoría de sus obras -son pocas- no están traducidas al español. Bendito tú que las puedes leer en alemán.
Hece un par de días terminé una novela de otro alemán católico, Heirich Böll: "Opiniones de un payaso"; me gustó. Te la recomiendo si no la has leido.
Salud.
Alonso.
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