¡Ay! ¿Cómo colmar este abismo de la vida? ¿Qué puedo hacer? El deseo siempre está presente, más fuerte, más angustioso que nunca. Es como un incendio marino que con su llama llega a alcanzar lo más negro y profundo de la nada universal.
¡Es un deseo de abrazar las infinitas posibilidades!
¡Ay señores! ¿Qué es lo que hacemos aquí? ¿Qué es lo que podemos ganar?
2 comentarios:
Hablando déso, Líder: ¿te sigue doliendo el entrecejo? Descubrí que el músculo ahí puede ponerse malacopa…
No; hace tiempo que no; ahora es la espalda; pero claro que se puede poner malacopa.
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