Blog: temeridad literaria.
No ha pasado tanto tiempo desde que estos "blogs" nacieron -virtualmente- como espacios destinados al ocio cibernético, al fárrago editorial, y a la literatura vesánica. Mas la popularidad de estos antros no es menor entre la clase media-alta, media-letrada. Tener, participar, escribir, visitar un blog es lo del momento -casi como ser panista. Y es, justamente, esa momentaneidad la responsable del mal agüero de estos foros. Su vigencia será tanta como sea el interés del cibernauta consumidor de pseudocultura, y, su trascendencia equiparable a la popularidad de un "blogger" entre sus allegados. Reconozco. No se necesita ser Gabriel Gale para desvelar la precariedad de la palabra virtual. El site visitado hoy, difícilmente lo encontraré mañana, y si así lo pretendo, el URL ha de grabarse en mi mente al modo de un verso dadaísta.
Sin embargo, escribo en uno. Lo hago con gusto. Quizá porque de antemano conozco quien me leera, o bien, porque es predecible todo el universo fuera de mi conjunto de lectores; pero como sea escribo, lo intento. Si no fuera por espacios como este, no lo haría. Quizá porque sé que no me leerían, o bien, porque el universo de letrados no es lo suficientemente numeroso para encontrar un posible lector de mis ideas. ¿Lo ven?, que sería de mí... El mundo literario es demasiado celoso con los ineptos, los de estilo avieso y de mentalidad procelosa. Personalmente, no tengo cabida; pero existe un espacio alternativo creado para aquellos necesitados de instantaneidad: un blog. Una editorial surreal para la publicación de los textos sin sentido, sin trascendencia, sin otra intención que la catársis literaria en donde el "artista" al sentir esa basca a-genial, ese impulso a escribir lo hace sin temor a desagradar a un lector. Si casualmente llegase a ojos de algun infortunado, en éste no provocaría mayor sorpresa. En cambio, en el autor, infortunado de suyo, causaría un efecto tal. Espero sea el caso...
Helo aquí: un claro ejemplo -una invitación- de la clase de improperios estilísticos que se pueden publicar en un blog, sin sentir aún la vergüenza de un no-talentoso. Basténos para reconocer que no existe persona con una genialidad tan estéril de la que no pueda extaerse un pensamiento digno de ser publicado.
8 comentarios:
Qué gusto da ver publicado un texto tuyo. Me sentía solo con mi pedantería (no quiero decir con esto que lo escribes sea pedante).
Sobre el contenido de la entrada. Me parece bueno. Es una autocrítica irónica que no deja de tener ese sutil rasgo de desdén por el mundo literario y por mundo en general (muy leconesco, diremos).
¡Salud! y a seguir publicando.
Lord Chandos.
Yo digo que es un humor muy folklórico de la UP. Me gusta. Me crezco. Aunque no todo es 'vasca a-genial'.
"...el URL ha de grabarse en mi mente al modo de un verso dadaísta."
Me parece más sencillo revisar el Historial del navegador que utilices.
Me gusta la idea del folklor UP, ¡ja ja!
Nice lines, Lecon!
La vida no es tan mala. Ni los blogs. Son un buen contacto, a su manera. No mires demasiado adelante, ni pidas más de lo que se puede dar.
Eso lo dices, Jack, porque no has experimentado la tanatofobia. De lo contrario entenderías que el mundo siempre es peor de lo que imaginamos.
Este pensamiento me lo compartió un tanatofóbico experimentado.
Saludos,
Phi. Chandos
¿a qué hora entró heidegger en la conversación?
Léase con voz cavernosa y amenazante: "Sein zum Tode!"
Injustice, thy name is friend.
¡Vayamos y muramos! Sabemos que, de todos modos, sucederá. (Disculpar: tenía que liberar la tensión del ambiente: se nos estaba poniendo demasiado alemán: había que ponerle algo de calaveradeazucar mexicana).
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